sábado, 26 de agosto de 2017

Viaje Familiar por Occitania (Francia)

La Región francesa de Occitania, pese a su extensión (abarca prácticamente todo el Sur de Francia), esconde verdaderos tesoros, no solamente históricos, por los distintos sucesos ocurridos en el pasado, sino también  arquitectónicos y naturales.




 
Un año más tocaba organizar unas vacaciones culturales, teniendo en cuenta los gustos y sugerencias tanto de mayores como de niños, más aun, cuando el listón por el inevitable crecimiento de los ya no tan enanos, es cada vez más alto.

 
Por eso, decidimos planificar el viaje con el fin de visitar verdaderas maravillas que deleitasen los deseos de los mayores, pero con visitas a parques temáticos y museos divertidos.




Jornada 1

 
Con el fin de hacer la primera jornada lo más asequible posible, decidimos cruzar a Francia por Irún, calculando el tiempo para llegar a comer en País Vasco.


La primera jornada, por tanto, comienza con una breve parada técnica en Pau, y tras descansar después del trajín de bajar maletas, nos queda prácticamente toda la tarde para visitar el centro, sobre todo la ciudad vieja, donde se encuentra la Catedral y el Castillo.  

 
Para alojarse en Pau, además de los hoteles, tienes una oferta atractiva de Apartahoteles junto a la zona universitaria, cuya relación calidad precio es francamente buena, que te ofrecen apartamentos con una habitación con cama de matrimonio y sofá-cama o dos camas en el salón-comedor-cocina. Esta opción es fantástica cuando viajas con niños con intolerancia al gluten por ejemplo ya que te permite independencia a la hora de hacer las comidas y las cenas.

 
Jornada 2
 

Basílica de Lourdes
Sin tampoco madrugar, ya que en nuestra familia y pese a los beneficios que tiene, siempre lo hemos considerado una verdadera vulgaridad, más aun en vacaciones, comenzamos la segunda jornada camino de Toulouse, donde pasaremos varios días, no sin antes hacer una parada obligada en Lourdes. Como ya habíamos estado unos años antes, nos centramos en poner una velas a la Virgen y ya de paso pedirle que nos protegiese en nuestro viaje.

 
Después de estar un par de horas, y regalar nuestro ticket para dos hora más a unos ciudadanos que aparcaban en nuestra plaza de parking, decidimos seguir el viaje para intentar llegar a la ciudad de Toulouse para la hora de la comida.




Por la tarde, aprovechamos el buen tiempo para dar un paseo por el casco antiguo de Toulouse y aprovechar para ver la Catedral, la Plaza del Capitolio, etc... Para ello dejamos el coche no muy lejos del centro, en zona de aparcamiento de pago, y fuimos andando hasta la Plaza del Capitolio, desde donde comenzamos el paseo.

 
  • La Basílica de St. Sernin, destaca sorprendentemente sobre la propia Catedral de St. Ettiene, ya que es considerada mucho más representativa por los propios habitantes de Toulouse.  



Basílica de St. Sernin (Siglo XII)
  • En su interior, y más concretamente la Cripta, contiene los relicarios y las reliquias de San Honorato, San Saturnino, San Felipe, Santiago el Menor, San Simón, San Judas, Santiago el Mayor, San Edmundo, San Gil, de la Santa Espina y de la Verdadera Cruz.

  • La Place du Capitole, corazón de la ciudad de Toulouse, alberga el Ayuntamiento de la Ciudad y el Teatro, construido entre los siglos XV y XVI. Es interesante pasear por los soportales frente a la fachada del Ayuntamiento, en cuyos techos se representan momentos o particularidades de la Historia de Toulouse, pintadas por el Raymond Moretti. Desde la plaza salen diferentes calles peatonales, y podemos ir hacia la Basílica de St. Sernin, por la Rue du Tour, hacia la Catedral, o hacia el Rio Garona, pasando por el Convento de los Jacobinos, o la Iglesia de la Daurada, junto a sus orillas. En todos los casos se pueden visitar paseando por las callejuelas de la ciudad.



Jornada 3 
 

 
La tercera jornada, la íbamos a dedicar íntegramente a Carcasona, y de vuelta a la villa de Revel, a medio camino entre ambas poblaciones.




 
La Ciudadela de Carcasona




Cuando llegas a Carcasona, lo mejor es aparcar el coche cerca del Pont Neuf, punto intermedio para poder ver por un lado la Ciudadela (zona amurallada), y la Bastida de San Luis (zona nueva), ya que se encuentra cerca el Puente Viejo que comunica ambas partes de la ciudad. También se puede subir en coche hasta arriba y poder aparcar el vehículo en los parkings de pago que hay junto a la Puerta Narbona.

 



Muralla de la Ciudadela de Carcasona


Muralla de la Ciudadela de Carcasona
Es precisamente junto a esta puerta donde se encuentra la Oficina de Información y por donde se accede a la ciudad amurallada principalmente. Nada más pasar por la puerta, a la Derecha se encuentra la Oficina de Turismo, donde se pueden comprar las entradas para acceder al Castillo. RECOMENDACIÓN!! Nosotros no lo hicimos, y tuvimos que soportar una cola de aproximadamente una hora en las taquillas del Castillo, a la intemperie. Menos mal que estaba algo nublado, incluso nos chispeó un poco cosa que lejos de preocuparnos, en pleno mes de agosto, agradecimos de corazón. Los que llevaban las entradas accedían directamente hacia el control de acceso. 

 

Rue Cros Mayrevieille
Para llegar al Castillo subes por la calle más comercial donde encontrarás todo tipo de suveniers. Es la Rue Cros Mayrevieille. A su izquierda se encontraría la Plaza Mayor, donde encontrarás todo tipo de ofertas gastronómicas y es donde se concentran los principales restaurantes.
 

Ya en el interior del Castillo, además de hacer el recorrido turístico, puedes recorrer la muralla tanto hacia un lado como hacia el otro, pudiendo llegar en ambos casos prácticamente hasta el lado extremo (la Puerta Narbona). Aunque es algo cansado porque no paras de subir y bajar escaleras merece la pena ya que tienes las mejores vistas y panorámicas del Castillo, el recinto amurallado y el resto de la villa.

  


Muralla Exterior de la Ciudadela

Iglesia de Saint-Gimer vista desde el Castillo


Muralla interior del Castillo de Carcanosa

No obstante lo anterior, decidimos comer en una pequeña placita (Place Saint-Jean) que vimos desde la muralla, en el lado norte de la muralla. Francamente fue agradable y se comió bien y en la línea del precio general de la ciudadela.












Llegada a la Plaza de la Basílica
Posteriormente tocaba la zona de la Basílica y allí que fuimos a través de las distintas callejuelas que salen desde el propio Castillo. Como dato de interés, la Basílica de Saint Nazaire, de estilo Románico fue construida en el siglo XII (disposición de la nave y el propio campanario) pero con incorporación de componentes propios del Gótico como el ábside y la vidriera central. fue la antigua Catedral de Carcasona.












Pórtico Central de Basílica de Saint-Nazaire
Fue Catedral de Carcasona hasta el siglo XIX cuando perdió su título en detrimento de la actual Catedral de Saint-Michael de Carcasona, situada en la parte baja de la ciudad. 







Vista Sur de la Basílica de Saint-Nazaire
Finalmente, y ya con las fuerzas justas, bajamos hacia el puente viejo donde pudimos hacer una última foto de la Ciudadela y ya atravesamos a la Bastida de San Luis.
 

Vista de la Ciudadela de Carcasona, desde el Puente Viejo

Como podréis adivinar era más que evidente que con dos niños correteando todo el día, durante el regreso hacia Toulouse, tuvimos que sacrificar la visita a la villa de Revel.

 

Jornada 4 





Por fin llegaba el momento de los más pequeños de la familia: Visita a la Ciudad del Espacio, donde pasamos el día completo. Como en todos los parques temáticos, es importante ver las atracciones disponibles y priorizar. Aquí os facilito el plano de la página oficial y os doy algunas recomendaciones:

 
Plano oficial de la Página www.cite-espace.com
  • Aunque nosotros lo primero que fuimos a ver fue la estación MIR y la cápsula Soyouz, personalmente recomiendo ir primero, en el edificio de entrada, a la planta -1 para probar un paseo simulado por la superficie lunar, ya que de lo contrario, podéis soportar colas de hasta 1 hora y media.
  • En segundo lugar ir a las proyecciones del cine IMAX y el Planetarium, ya que también se forman bastantes colas, aunque hay muchos pases a lo largo del día.
  • El resto es simplemente ir pasando por cada atracción y disfrutarlo. Os garantizo que los peques se lo pasan en grande, ya que pueden tocar todo y jugar con todo.



Cohete Ariadne
Estación MIR







  Jornada 5 
 
 
La Jornada comenzaba en el Museo Aeroscopia y la visita guiada a la fábrica de ensamblaje del AIRBUS 380, claro que esta vez solo fuimos la mitad de la familia, los que más disfrutamos con los aviones. El resto se quedó en la piscina del Hotel.
Concorde del Museo Aeroscopia

Pero antes es importante reservar sobre todo la visita a Airbus. En la Página oficial, pese a que hay una opción de reserva/compra conjunta (con el consiguiente ahorro económico), luego no te permite hacerlo fácilmente. Por eso recomiendo, una vez visto los horarios y los idiomas disponibles, hacer la reserva a través del Email:
taxiway.resa@manatour.fr.
 

Una vez que os lo confirmen, aportando la siguiente información de cada uno de los asistentes: Nombre, Apellido, Fecha de nacimiento, Lugar de nacimiento, Nacionalidad y un teléfono de contacto.

 
Airbus A400 del Museo Aeroscopia

Beluga del Museo Aeroscopia

Maquetas de todos los Airbus comerciales del Museo Aeroscopia



La visita a la factoría, para los amantes de los aviones, fantástica, ya que te enseñan desde una cristalera uno de los hangares donde se realiza el ensamblaje final de 3 Airbus 380. La pena es que no dejan hacer fotos ni tener los móviles encendidos. 

 
La Jornada siguió por la tarde haciendo una visita a la localidad de Rabastens, a unos 40 Km. Aquí hay opiniones para todos los gustos pero me quedo en primer lugar con el disfrute de conducir por carreteras tapadas por las copas de árboles que las protegen, haciendo una especie de túnel de vegetación.


Puente de Rabastens sobre el río Tarn
La villa aunque no es nada del otro mundo, y la Iglesia de Notre Dame Du Bourg estaba cerrada, nos ofrece poder pasear por uno de sus barrios más hermosos, Le Fossé Moulinal, con callejuelas con encanto gracias a cada una de las casas perfectamente conservadas que la conforman y sus balcones llenos de flores.


Callejuelas de "Le Fossé Moulinal"
Callejuelas de "Le Fossé Moulinal"

















Jornada 6 



Aunque la Jornada tenia previsto una ruta algo ambiciosa para el punto del viaje en el que nos encontrábamos, habiéndonos quitado Rabastens el día anterior, comenzamos con ánimo de poder llevarla a cabo.





Albi iba a ser nuestra primera parada. Llegamos prontito y gracias a la intuición y sobre todo al GPS, conseguimos aparcar el coche en una calle de pago, en la parte baja de la ciudad pero junto al casco histórico.


La primera parada obligada iba a ser la Catedral  de Santa Cecilia, que aunque su construcción se inició a finales del Siglo XIII, no fue hasta finales del siglo XV cuando se terminaron las obras, con todos los complementos, incluyendo la puerta Dominica de Florence, de estilo gótico, el campanario en forma de torre de 78 metros de altura, y el baldaquín de la puerta de entrada. Dicen que se trata de una de las Catedrales hechas con ladrillo más grande del mundo.


Catedral de Santa Cecilia
Interior Catedral de Santa Cecilia
Puerta Dominica de Florence















El siguiente destino es el Musée Toulouse-Lautrec, ubicado junto a la catedral, en el Palacio de la Berbie, antigua residencia de los obispos. El museo contiene la colección más importante del mundo del artista, con más de 1000 obras entre cuadros, litografías, diseños y estudios preparatorios.

Musée de Toulouse-Lautrec
Cuadro de Henri Toulouse-Lautrec
 



















Palacio de la Berbie

Rodeando al palacio, se puede pasear por los jardines desde donde se pueden observar unas bellas vistas del Pont Vieux sobre el río Tarn, que une la parte nueva de la ciudad con el casco antiguo. 


Pont Vieux

 

Ciudad Nueva y Jardines del Palacio de Berbie

 

Jardines del Palacio de Berbie

Por último antes del almuerzo, nos dio tiempo a dar un paseo por las callejuelas del casco antiguo de Albi, descubriendo verdaderas joyas arquitectónicas medievales que se han mantenido en pie y en perfectas condiciones, a lo largo de los siglos.

 













Tras el almuerzo, paseamos hasta donde teníamos aparcado el coche, y nos fuimos al siguiente destino, la villa medieval de Cordón-sur-Ciel, una de las más antiguas villas fortificadas de la Zona Midi-Pyrénées, ubicada sobre una montaña.

En los siglos XIII y XIV, la villa de Cordes-sur-Ciel experimentó una gran prosperidad gracias al comercio de paños, sedas y pieles, lo que generó la edificación de lujosas residencias por parte de los comerciantes y nobles. Destacan la Maison du Grand, de estilo gótico.


Maison del Grand Veneur
Pasear por sus escarpadas callejuelas es toda una aventura solamente apta para aquellos en buena forma física. Nosotros pese a ser pleno mes de agosto, con un sol radiante y sobre las 16:00 horas, lo conseguimos.




Subida al Centro de la Villa



Porte de l´Horloge (S. XIV-XVI)



Torre del Barbacane (S. XIII-XV)
Porte du Vainqueur (S. XIII)

Porte des Ormeaux (S. XIII)

Y ya entrada la tarde, decidimos retornar a la ciudad de Toulouse, sacrificando el resto de destinos previstos, como Montauban o  Saint-Antonin-Noble-Val.


Cordes-Sur-Ciel


Jornada 7 

Ya hemos pasado el ecuador del viaje, y el cansancio empieza hacer mella no solamente en los peques, sino también en los papás. Y es que aunque por el camino hemos sacrificado algunos lugares que por tiempo ha sido inviable verlos, son muchos más los que sí hemos podido disfrutar.




Esta jornada realmente es de transición a nuestro siguiente alojamiento, a unos 160 Km de Toulouse al norte, para poder seguir viendo esta vez el bonito entorno del Parque Regional des Causses du Quercy. A lo largo del viaje aprovecharemos y según avancemos, iremos viendo más lugares. 

No obstante, por votación familiar, sacrificamos Moissac, es decir, decidimos ir directamente a Cahors y comer allí.


Cahors es una villa que a mediados del siglo XII, gracias al comercio internacional y el préstamos a interés por toda Europa, adquiere una gran importancia y riqueza en la región del  Quercy, todo ello unido al nombramiento del Papa Juan XXII, natural de la villa, que funda la Universidad y permite una posperidad de Cahors, hasta su declive tras la Guerra de los Cien Años, a mediados del siglo XV. Dos siglos más tarde, resurgiría con un desarrollo intelectual y religioso.



Pont Valentré (S. XIV)
Sin llegar a tener una arquitectura tan atractiva como anteriores villas que hemos visitado, su enclave (rodeado prácticamente por el río Lot), hace destacar el extraordinario Pont Valentré, en el lado oeste de la ciudad, cuya construcción data de finales del siglo XIV. Es curiosa la leyenda que envuelve su construcción, alrededor de su arquitecto y el pacto que tuvo que hacer con el demonio para poder finalizar su construcción.




Pont Valentré

La Catedral, de principios del siglo XII, patrimonio de la humanidad desde 1998, alberga la Santa Cofia, que habría envuelto a Cristo y que fue traída de Tierra Santa hacia el 1113.


Interior de la Catedral de Cahors

Claustro Románico y Campanario












Por todo el barrio de  Soubirous, se distribuyen muchos restaurantes con una oferta gastronómica centrada en el pato (en todas sus formas, como magret,  cordón, confit, foie gras), el ciervo y el queso de cabra local.


Ya por la tarde, y después de alojarnos en nuestro hotel, ubicado en Labastide-Morat, decidimos ir a ver los pueblecitos del norte del Parque Regional, considerados como los más bellos de Francia.

El primero de ellos es Autoire, que aparece después de adentrarnos en el interior del valle donde se encuentra, a través de una carretera que se abre entre los bosques que inundan el paraje.


Autoire


















Una villa aparcada en el tiempo, que perfectamente podría ser el decorado de cualquier película medieval o de la propia "La Bella y la Bestia".


 

 
















La Segunda localidad sería Loubressac, muy cerquita de la anterior, sobre una montaña que la convierte en un verdadero observatorio de todo el Valle de Dordoña, con vistas del Castillo de Castelnau, uno de los más grandes de Francia. 

Loubressac

Destacan sus callejuelas adornadas con flores y sus casitas marrones combinando sobre el verde paisaje.


 














Valle de Dordoña


Jornada 8 

La penúltima jornada comenzaría pronto, para ir a un nuevo lugar de cuento de hadas, Rocamadour.



Suspendida sobre el cañón por el que discurre el río Alzou, parece formar parte de la roca, ya que la ciudad fue edificada en niveles superpuestos en la ladera.


 



la ciudad se accede por la  Puerta del Figuier a la única calle de la localidad, Rue Couronnerie. Pero previamente, hay que dejar el coche en los Aparcamientos Gratuitos que se encuentran en el fondo del valle. Nosotros para ahorrarnos la primera subida y guardar las fuerzas para el resto del día, subimos por un precio asequible en el tren turístico que te permite billetes solo de ida y te deja en la misma puerta del Figuier.

Puerta de Figuier


Aquí ya todo el trayecto se recorre caminando y subiendo escaleras, el primer tramos con 233 escalones, que dan a la primera parada donde se agrupan 8 iglesias y capillas.


Santuario de Rocamadour

Santuario de Rocamadour
 

















Y esto hace que la primera parada sea la Capilla de Notre-Dame, donde se encuentra la Virgen Negra, imagen tallada en madera negra.

Capillas
Santuario de Rocamadour




















Una vez que terminas de ver la zona del pueblo, puedes subir a la zona del castillo y lo puedes hacer andando, por el camino de la Cruz, unas rampas que en zig-zag van subiendo por la ladera de la montaña siguiendo un Vía Crucis, o bien hacerlo en un ascensor que también te ofrece la posibilidad de pagar solamente el trayecto de ida. Para los que no tienen muy buena forma física, es recomendable y luego bajar andando que siempre es más asequible.

Castillo de Rocamadour
Castillo de Rocamadour
Castillo de Rocamadour
Ya en el Castillo por 2 € puedes subir a las dos terrazas que ofrecen unas vistas maravillosas de la villa desde lo alto.



Rocamadour

Finalmente bajamos andando por el Camino de la Cruz, atravesando el pueblo para buscar un Restaurante en el que poder descansar y comer. Francamente, además de caro la cordialidad y simpatía brillaban por su ausencia, obligándonos a salir de la zona para buscar un lugar mejor en donde poder comer camino de la Grouffre de Padirac y Carennac.

Cuando llegamos a la sima, había una multitud de gente que no se sabía si quería entrar, sacar la entrada, o simplemente estaba observado la entrada a la misma, por cierto espectacular.

Tras esperar una cola de media hora aproximadamente, nos dimos cuenta que había varias filas que accedían a una máquina donde sacabas los tickets, aunque no eran inmediatos. En nuestro caso, eran sobre las 15:30 y pudimos reservar en el grupo de las 18:30, por lo que las sacamos y nos fuimos a ver Carennac, otro de los pueblecitos medievales catalogados como los más bellos de Francia.

Carennac
Castillo de Carennac
Iglesia de Carennac


















Carennac

Ya cuando volvimos pudimos entrar en el grupo de 95 personas de las 18:30. No obstante, recomiendo sacarlas con antelación para ir a la hora justa y poder entrar sin largas esperas.

La sima es simplemente una maravilla de la naturaleza. Tras bajar andando los tres tramos que dispone (tienes la alternativa de bajar en ascensor aunque es menos espectacular), el primero por la parte interior que accede a la sima en cuestión, donde bajas unos 80 metros hasta la base, y desde donde sale otro tramo que se adentra hasta los más de 100 metros de profundidad.

Gouffre du Padirac

A partir de aquí, un tubo natural de unos 1000 metros de longitud te llevan a un pequeño embarcadero, donde coges unas barquitas (con capacidad para unas 12 personas), que te llevan remando por un lago interior unos 600 metros. Aquí, te espera un guía que durante otros casi 1000 metros subiendo y bajando escaleras y rampas, te enseñan la belleza y el potencial de la cueva, que por lo que nos dijeron, tiene explorados unos 19 Km, y creen que puede llegar a medir unos 40 Km, llegando incluso al río Dordoña.



La visita dura al final en torno a las 2 horas, cosa que hay que tener en cuenta en caso de salir como nosotros sobre las 20:30, ya que no encontramos a esas horas nada para poder cenar.



Jornada 9 


La última jornada de nuestro viaje, antes de retornar a nuestra tierra natal. Pero antes de llegar a Pau, nuevamente lugar donde pernoctaríamos, todavía sacamos fuerzas para después de comer y con el inconveniente de un día de agosto eterio, dar una vuelta por la última localidad programada, Saint Bertrand de Comminges.



Destaca su Catedral de Nuestra Señora de Saint Bertrand de Comminges, fundada en el siglo XII de estilo románico y complementada con aspectos gótico primero  en el siglo XIV, y renacentista dos siglos más tarde.


Catedral de Nuestra Señora de Saint Bertrand de Comminges

Jornada 10


El día del regreso llegó, y el triste final invadió nuestras vidas.

Ahora toca mantener vivos los bonitos recuerdos de un viaje maravilloso por tierras francesas, en familia, habiendo disfrutado de unos lugares incomparables y pensando en el siguiente, que confiemos igual o mejor que el anterior.


¡ Hasta Pronto !





No hay comentarios :

Publicar un comentario