miércoles, 12 de octubre de 2016

Escapada con niños a Lugo

Escapa con niños para ver la Mariña Lucense y el interior de la provincia



 
Muchos años han tenido que pasar para poder sacar tiempo y hacer un viaje a la Mariña Lucense, donde las playas espectaculares, los impresionantes acantilados y los pintorescos pueblos es la nota dominante del entorno.


No es la primera vez que visitamos Lugo, ya que realmente el interior de la provincia, tal vez por tener familia allí, o tal vez porque nos encanta la provincia, lo hemos visitado en numerosas ocasiones. Sin embargo, teníamos pendiente la costa, y lugares emblemáticos como la Playa de las Catedrales, o el Cabo de Estaca de Bares, y pueblos como Ribadeo, Foz, Viveiro, Burela, etc...


Una vez más, queríamos organizar un viaje con niños, de 12 y 5 años, que pudiese compatibilizar las visitas culturales y la diversión durante cinco días, sin que los más peques se terminen cansando.  
 



Ir al norte de Lugo, si vas a  la zona más occidental, se puede subir directamente por la A6 y luego por la A8. Sin embargo, si vas a la zona de Ribadeo, también se puede ir por León y Oviedo, lo que nos permite de paso poder visitar la franja de Asturias que componen pueblecitos tan hermosos como Cudillero y playas tan alucinantes como la Playa del Silencio.


En Cudillero se puede almorzar, pero sinceramente los precios son bastantes más elevados que si vamos a pueblos cercanos, donde la calidad y cantidad que te van poner siguen siendo de primera y un 30 % más barato.









Nosotros comimos en el municipio de Oviñana, en el Café de Cruci (frente a los colegios), y la verdad es que por 12 € por cabeza, con postre y café incluidos, deleitamos unos platos típicos de la zona.

Muy cerquita de esa comarca, se encuentra la Playa del Silencio. Debe ser porque ver esos acantilados de paredes blancas y verticales, te deja sin palabras.



Siguiendo nuestra ruta llegamos por fin a Ribadeo, primer teórico municipio de  Lugo y donde pernoctaríamos los siguientes días.







De Ribadeo destacamos su paseo a pie hasta la Illa Pancha, de unos 2 Km aproximadamente que parte de la fortaleza de San Damián y el Cargadero que se encuentra junto a ella. 

Si queremos comer bien cualquier sitio de Ribadeo vale la pena, aunque si además lo queremos hacer a un precio razonable, es recomendable subir por sus calles peatonales hasta la plaza donde se encuentra la Torre de los Moreno.

El siguiente punto de interés al que cuanto menos se debe dedicar más de media mañana, es la Playa de Augasantas o de Las Catedrales. Un lugar francamente maravilloso, aunque según los entendidos de la zona, uno más de los muchos que se distribuyen a lo largo de la Mariña Lucense y Asturias.





Durante los meses estivales, desde el 1 de Julio hasta el 30 de septiembre y previa información de los horarios de la pleamar y la bajamar (los podeis encontrar en el Anexo I de la guía) se debe reservar la entrada a través de su página web:









En la medida que se pueda, recomiendo la visita guiada que dura unos 30 minutos y en la que te explican no solo la naturaleza de las formaciones sino también las características geológicas y químicas de alguna de las grutas que nos encontramos a lo largo de la playa.








Siguiendo nuestra ruta pasamos por los municipios de Foz, Burela, Viveiro y O Barqueiro, para terminar en el Cabo de Estaca de Bares y en el Banco más bonito del mundo de Loiba.





 

Su fama se debe a una fotografía que hizo un vecino de Viveiro a las 3:15 de la madrugada con la vía láctea de fondo y que fue expuesto en el proyecto TWAN, premiado por la Unesco y dedicado a descubrir los mejores paisajes nocturnos del mundo. El banco, que se encuentra en lo acantilados de Loiba, entre Estaca de Bares y Ortigueira es una verdadera maravilla, principalmente por las vistas que tiene.

Este banco tiene algo especial; es especial.
Sentarse sobre él, relajarse en él, observar desde él.
El sonido del mar, sus vistas, su tranquilidad.
Escuchar, sentir, amar,... amar esta provincia, amar este país, amar esta vida.
Este banco es indudablemente, el más bonito del mundo.



Sargadelos será nuestro próximo destino, ya de vuelta por la tarde, para ver la antigua fábrica de cerámica que terminó arruinando a su dueño, el Marqués de Sargadelos.









Hoy en día, solamente podemos observar las ruinas, de la fábrica y de las antiguas viviendas de los operarios, rodeadas por un frondoso bosque por donde se abren paso los ríos Xunco y Rúa.


Desde las ruinas, parten varias rutas de senderismo, destacando tal vez la más sencilla y reducida idónea para hacerlas con los niños,  ya que discurre junto al canal por el Paseo de los enamorados, y termina en un presa que permitía controlar el caudal de agua que llegaba a la fábrica.


Junto a este complejo, se encuentra la Casa de la Administración, convertida en el Museo Histórico de Sargadelos, y el Pazo del Marqués. Se puede finalizar la jornada con una visita guiada a la fábrica actual y visitar su tienda exposición, donde se podrán ver piezas antiguas de un valor incalculable.

A la mañana siguiente, de camino a nuestro siguiente destino, Paradela (Sarria), hacemos dos paradas obligadas. La primera de ellas, Lourenza, donde coincidiendo con la fiesta local, pudimos asistir a un concierto de gaiteros.







La siguiente parada fue en Mondoñedo. Su catedral de principios del siglo XIII, tiene varios estilos arquitectónicos, desde el románico de su puerta principal y ábside mayor, hasta los adornos barrocos de sus posteriores ampliaciones, donde se terminan construyendo sus dos torres, ya en el siglo XVIII. En su interior destaca el rosetón central y el retablo de la Capilla Mayor.



Junto a la Plaza Mayor, y frente al Palacio Episcopal,  se encuentra la Fonte Vella, de mediados del siglo XVI. Destacan la escalinata de acceso, el escudo de obispo promotor y las armas imperiales de Carlos V.  
 






El siguiente destino, Villalba, lo tuvimos que dejar para otro futuro viaje, por falta de tiempo aunque en la Guía que os dejo tenéis todas las indicaciones del lugar. 






En Paradela, nuestro destino final por esta vez, y donde ya hemos estado en numerosas ocasiones, todo sigue tan verde y colorido.






Esta vez pudimos visitar el antiguo poblado de origen celta, en la misma rivera del Río Miño y todavía en el Concello de Paradela, aunque el desvío lo podemos encontrar muy cerquita ya de Portomarín. 






Si seguimos esta carretera del poblado, termina en un camino que llegará al Convento Iglesia de San Facundo, aunque no recomiendo ir por aquí ya que es un camino bastante malo. Es preferible ir desde Paradela. 


Por cierto, que prácticamente en la desembocadura del Río Loio, hay varios restaurantes con una excelente relación Calidad Precio, cuyos platos estrella, además de carne a la brasa, se puede degustar truchas y churrasco.

Desde San Facundo, donde hasta hace relativamente poco permanecieron unos 12 frailes, parte un paseo que recorre gran parte de la rivera del Miño, ideal para ir con niños.



Desde aquí se pueden observar las innumerables terrazas realizadas en la pendiente para las plantaciones de viñedos, de los cuales saldrá el excelente vino denominación de origen de la Rivera Sacra.









Para el que quiera visitar el resto de la provincia, os dejo el resto de la guía con el fin de que la disfrutéis. 

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