Viajar a Londres y hacer una escapada con tu hijo de 10 años puede ser una aventura extraordinaria, y la puedes hacer, si lo planificas bien, en poco tiempo
En las siguientes líneas os voy a describir la experiencia de organizar y disfrutar un viaje a Londres, como regalo de Primera Comunión de nuestro hijo. Por eso, como vereis, nos hemos centrado en visitar distintos monumentos y lugares que creiamos le podían gustar.
El Primer Día, según llegamos al Aeropuerto de Gatwick cogimos el Gatwick Express, un tren que sin hacer paradas te lleva directamente a la estación Victoria.
El Hotel Sidney, que pese a sus dos estrellas, nos ha parecido fantástico por varias razones que luego os comentaré, se encontraba a 700 metros de la propia estación, lo que nos permitió llegar tras un agradable paseo, hacer el check in, dejar las maletas, y volver a la estación para coger el metro hasta la parada South Kensington para ver el Museo de Historia Natural.
Allí pasamos casi toda la mañana y si vais con niños, es una parada imprescindible ya que disfrutarán de la cantidad de especies que están presentadas en cada sala perfectamente organizada.
Tras 3 horas de visita (fácilmente podíamos haber echado el día allí), salimos con tiempo suficiente para ir a Hyde Park, atravesarlo dando un paseo, hacernos la foto de rigor con la Estatua de Peter Pan, y saliendo por la parte norte del parque (algo más de 2 Km desde el Museo), cogimos un autobus que nos llevó directamente a Picadilly Circus, donde almorzamos y nos permitió echar la tarde viendo la zona (Covent Garden y Trafalgar Square).
Hyde Park |
Peter Pan
En torno a las 17:00 horas estábamos lo suficientemente cansados como para directamente coger el autobus número 24, que nos dejaba en la misma puerta del hotel.
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El Segundo Día, tocaba nuevamente coger el metro esta vez en sentido contrario, hasta Tower Hill, para ver la Torre de Londres, el Puente de la Torre, y el Belfast, un destructor que os puedo asegurar que hizo las delicias de mi hijo, ya que durante 3 horas estuvimos subiendo y bajando escotillas, viendo cómo se vivía en esa época en ese buque, con simulaciones y representaciones estáticas de los personajes. Desde luego os lo recomiendo.
Puente de la Torre |
Un vez fuera, cogimos un crucero para bajar por el río hasta el Ojo de Londres, donde pudimos almorzar.
Por la tarde, vimos el Ojo de Londres, el Parlamento, el Big Ben, la Abadía de Westminster y finalizamos atravesando St´James Park, para llegar a las Cocheras de la Reina, donde como el día anterior volvimos a coger el Bus 24 para llegar al Hotel.
Parlamento y Big Ben
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Como este día estábamos algo más descansados, cogiendo la misma línea de autobus, nos fuimos a cenar a la zona de Leicester Square.
El Tercer Día, nos fuimos al Museo Británico y allí estuvimos disfrutando de las exposiciones y joyas arqueológicas durante toda la mañana. Imprescindible la exposición de Egipto y la Piedra Rosetta.
Piedra Rosetta |
Al salir del museo, almorzamos y emprendimos la marcha por toda la calle Oxford Street, que aunque estaba lloviendo, nos permitió ir de compras y disfrutar el momento consumista que todo ser humano, pese a la crisis y los malos momentos, necesita en algún momento de su vida.
Como tardamos menos de lo esperado (la experiencia en recorrer durante tantos años los centros comerciales en Madrid no deja de ser un grado), y ya que el día anterior no nos dió tiempo, cogimos un autobus al final de la Calle que nos llevó a la Catedral de St´Paul. A la vuelta, llegamos a Trafalgar Square y de ahí al hotel, para cenar por la zona.
Catedral de St´Paul |
El Cuarto Día, como el vuelo salía a las 17:00 horas, nos fuimos a primera hora a ver el Cambio de Guardia en el Palacio de Buckingham para luego volver al hotel, coger las maletas y desde Victoria Station, regresar al Aeropuerto.
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El Hotel Sidney nos pareció fantástico, no solamente por las instalaciones (no estaban nada mal para un 2 estrellas), sino por la atención del personal, su simpatía, la limpieza de las habitaciones (diaria), pero sobre todo por la ubicación y los servicios de transportes disponibles, ya que en la misma puerta, teníamos la parada del BUS 24, el cual te llevaba hasta los sitios más representativos. Además, a 200 metros del Hotel teníamos un Supermercado que nos permitió abastecernos de todo lo necesario para hacer las excursiones con mayor calidad.
Como veis, cuatro días dieron para mucho aunque por el tipo de viaje que hicimos y el tiempo, nos faltaron lugares emblemáticos como Candem Town, el Museo de la Guerra, y otros muchos museos y lugares que serán objeto de visita, D.M., en un segundo viaje que estoy convencido haremos en un futuro no muy lejano.
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