lunes, 1 de agosto de 2011

La otra cara de GANDIA

 

Ir a  la playa con niños no tiene por qué convertirse para los padres en una experiencia digna de olvidar hasta el año siguiente. Puede ser algo divertido si lo organizas bien.


 

Que Gandía tiene una de las mejores playas de la península es indiscutible, pero pasar quince días con niños haciendo cada día lo mismo os puedo asegurar que se hace insufrible, sobre todo los fines de semana, cuando la asistencia de bañistas se multiplica.
 
Por eso, os facilito una guía que hice allá por el 2007, donde propongo alternativas al típico día playero.

 





Cuando uno va con la familia a la playa, y además es de los que le gusta ponerse en primera línea, por eso de la neurosis de: "tengo que controlar a mi hijo" o "Dios mío!, no me puedo alejar de la sombrilla porque me van a quitar la cartera", tiene dos opciones, o madrugar como hacen los lugareños (y que me perdonen pero a veces parece que la playa es suya) y bajar a las 8:00 de la mañana a poner a sombrilla, aunque luego no bajes a la playa hasta las dos de la tarde, o bien, intentar hacerte fuerte en alguno de esos huequecitos que suelen quedar, sin importarte la compañía del individuo que está al lado y que por supuesto se entera de todas tus conversaciones, e incluso por cercanía física se convierte en uno más y le haces partícipe de todas tus andanzas.

 
Sin embargo, esta circunstancia, la más habitual, se hunde cuando llega el fin de semana y descubres que los huecos de aparcamiento en el lugar vacacional han desaparecido, el número de sombrillas cuando tú bajas a la playa se ha duplicado, desapareciendo el hueco que siempre te esperaba, y ya ubicado en tercera o cuarta línea de playa, sin que apenas puedas ver el agüilla de la orilla, supone un verdadero sacrificio llegar a darte, si el personal te lo permite, un mísero bañito.
 
Por eso, llegada esta circunstancia siempre me he dado por vencido, ¡he tirado la toalla!, me he negado a madrugar y he intentado hacer otras cosas con los niños, que resultasen igual o más fascinante que "pringarte de arena hasta las trancas".


 
 
 
 

 
 
Una parada imprescindible a todos aquellos que van a pasar sus vacaciones a Gandía, es visitar el Palacio Ducal, del Siglo XIV y XV, y que fue lugar de hospedaje de una de las familias más importantes de la época, los Borja o Borgia.
 

 

Palacio Ducal

 


Aunque hay varias rutas recomendadas, por el tiempo que disponemos recopilé dos, las cuales me parecían asequibles para realizar con los peques. 
 
Un recorrido para hacer muy temprano y rociarse de repelente de mosquitos, aunque terminar dándose un baño en el mar después de la caminata, es una buena recompensa. 
 
Recomiendo salir prontito y alguien que espere en el lugar de destino para recogeros y llevaros de vuelta a casa.
 








En este caso, la ruta discurre por un bello paisaje a lo largo del río Serpis aprovechando el recorrido de una antigua vía férrea, por lo que recomiendo hacerlo en bicicleta. 
 
También en este caso, si decidís hacerlo íntegro, mejor que os esperen al final del mismo, ya que 24 Km para los niños es demasiado.



....................................................

Por último, aunque a unos 31 kilómetros hacia el sur, en Benidoleig, se encuentra la Cueva de las Calaveras, famosa por sus descubrimientos de restos óseos de nuestros antepasados.
 
Si vamos desde Gandía hacia el sur, hay que desviarse en la salida 62 hacia Ondarra.
 
La verdad es que durante un par de horas puedes tener entretenidos a los más pequeños, ya que además de la visita a la cueva, en la entrada tiene exposiciones que harán las delicias de tus hijos.

No hay comentarios :

Publicar un comentario