domingo, 20 de agosto de 2023

MENORCA, UNA PEQUEÑA GRAN ISLA




 

¡Descanso en un paraiso de España!

A veces nos afanamos en organizar grandes viajes a lugares teóricamente paradisiacos como el Caribe o Costas Asiáticas, sin caer en la cuenta de que cerquita, en nuestro país, tenemos verdaderos paraísos, como es el caso de Menorca.


Ciertamente, a estas alturas, hay infinidad de lugares, cada vez menos, que desconocemos de nuestro país. Menorca era uno de ellos hasta que decidimos visitarlo e intentar, en 8 días, compaginar el descanso y la playa, con las visitas culturales, teniendo en cuenta el factor hijo 19 años e hija  preadolescente de 12, con lo que ello lleva implícito en la organización para satisfacer las necesidades y gustos dispares de todos ellos. Y así surgió la idea de alquilar un apartamento en el Arenal d'en Castell, al norte de la isla. Ir a una playa tranquila, huyendo en cierta medida de las masificaciones humanas, y poder disfrutar a una distancia prudencial del siguiente grupo de seres humanos, del sol y la playa. 


Menorca, que fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993 por la UNESCO, es una Isla relativamente pequeña, sin montañas ni ríos, cuya principal actividad lógicamente es el Turismo, aunque también cobra importancia la ganadería y la fabricación de quesos y la industria del calzado, entre otros.

Durante siglos ha estado en manos de griegos, fenicios, romanos, bizantinos, árabes y cristianos entre otros, ha sido saqueada por los otomanos, e incluso ha pertenecido a la corona británica en dos ocasiones, la primera durante 70 años allá por el siglo XVIII, hasta que finalmente a principios del siglo XIX paso a manos de la Corona Española.  

Jornada 1


Lo primero que hay que tener en cuenta cuando uno llega a Menorca es que es bastante más caro todo que en la península (en general y sobre todo los alimentos de primera necesidad),  por lo que si buscamos supermercados de cadenas nacionales podremos ahorrar algo. En este sentido la oferta la encontramos principalmente en Mahón y Ciudadela, dependiendo de la zona de la isla donde vayas a ubicarte. Nosotros teniendo que ir al norte, lo mejor fue, nada más coger el coche de alquiler (luego hablamos del operador que elegimos), fuimos cerca del Aeropuerto y adquirimos todo lo necesario para arrancar al menos los primeros días. Aquí tienes desde tiendas de alimentación como de deportes, comida rápida, etc... 

Un aspecto importante a tener en cuenta, principalmente por  falta de ríos y montañas de la isla, es que el agua pese a ser potable, proviene de un acuífero que se encuentra en el sur, por lo que no se recomienda beber agua del grifo.

Como decía, la compañía de alquiler de vehículos que elegimos entre toda la gran oferta que hay, fue Record Go, y fue todo un acierto. Cuando llegas al  aeropuerto de Menorca, en el Parking, tienes esperándote personal que sin esperar a otros viajeros, te llevan a sus instalaciones. Allí te explican todas las condiciones, cargos provisionales si los hubiese (por ejemplo la reserva por entregar el depósito lleno) y si el vehículo tiene algún defecto, toman nota sin mayor problema. No obstante, al tener cobertura total, no te tienes que preocupar por los arañazos o golpes que te puedan dar. La entrega se hace igual, dejas el vehículo, lo revisan y si lo entregas con el depósito lleno, te hacen la devolución de la reserva en 24 horas. Inmediatamente después, te llevan al aeropuerto y te dejan en la terminal de salida. Recomendable 100%. 

En cuanto al transporte por carretera, si queremos desplazarnos en vehículo privado o de alquiler, decir que Menorca tiene una carretera que recorre de punta a punta toda la isla, desde Mahón hasta Ciudadela (Me-1), desde la cual salen transversalmente el resto de carreteras hacia los diferentes lugares.  

No obstante, en el siguiente enlace están los datos de interés que nos pueden ser útiles en nuestro viaje por Menorca, como Hospitales, centros de salud, farmacias, transporte público, etc... 



La planificación de los siguientes días se basará en disfrutar de la playa por las mañanas, y hacer visitas a los diferentes rincones de la isla por la tarde. 

Jornada 2, 3 y 4


La primera playa que visitamos fue donde nos alojamos, en el Arenal d'en Castell. Una playa en forma de concha de algo menos de 700 metros de longitud y unos 20 metros de ancho, lo que la convierte, siempre que no sople viento de tramontana por el norte, en una verdadera piscina natural sin mucha profundidad, ideal para los más pequeños.

Playa del Arenal d'en Castell


Los primeros días nos centramos en la zona Occidental, con visita obligada a Líthica, Ciudadela, Puente d'en Gil y Faro de Artrutx.


Las Canteras de s’Hostal, también llamadas Líthica, es una antigua cantera de piedra de marés, la piedra utilizada en la construcción de los edificios de la isla, transformada en espacio cultural y en homenaje a esta piedra, que tiene la peculiaridad de poder ser pulida y tallada con facilidad, lo que la hace ideal para la construcción.

Jardín Botánico
Canteras de s'Hostal





En su interior se pueden ver enormes paredes donde años atrás se extraía el material, y tiene varios circuitos a través del jardín botánico creado con infinidad de especies, finalizando la visita en un divertido laberinto de piedra.

El mejor momento para visitar Líthica es al final del día ya que los colores del sol sobre la piedra, realza su belleza. Hay visitas programadas que se pueden reservar por internet en la página oficial de Lithica: https://lithica.es/es/lithica/

Como en una hora y media se puede ver Líthica, puedes aprovechar el final del día para ver la primera puesta de sol en el Puente d'en Gil, aunque no sin antes, encontrar alguna que otra dificultad para aparcar. El terreno es bastante pedregoso por lo que recomiendo llevar un calzado cómodo, mejor deportivo, para poder hacer el recorrido a pie sin problemas. Ojo, no vas a estar solo sobre todo en Julio o Agosto.

Puesta de Sol
Puente d'en Gil












Al día siguiente, nos esperaba, eso sí, al final del día para aguantar mejor el calor, una visita guiada por Ciudadela, con Arkeo Tour. La guía fue una maravilla ya que era local y además del conocimiento histórico que tenía, se notaba el amor por su tierra, por lo que tras la experiencia tan positiva, es recomendable, incluso reservar la visita directamente en su página https://www.arkeotour.net/.

Catedral de Ciudadela
Puerto de Ciudadela




El tercer día fue más tranquilo. Visitamos el primer yacimiento Talayótico, el de La Naveta den Tudons, muy cerquita de Ciudadella. Esta nave de piedra se utilizó como cementerio entre el 1.400 al 1.100 a.C. En su interior, en varias cámaras, se encontraron los restos de al menos 100 individuos, además de brazaletes, cerámicas y demás elementos típicos de ritos funerarios.


Finalmente para terminar el día nos acercamos a ver el ocaso desde el Faro de Artrutx. Entrar al Bar Terraza para ver la puesta de sol desde allí cuesta 15 € con consumición incluida. Sin embargo si se sigue un poquito la carretera hay bancos de piedra junto a la acera que permiten sin tener que adentrarte en las zonas pedregosas junto al mar, y lógicamente gratis, una espectacular puesta de sol. Incluso si quieres evitar la aglomeración de vehículos junto al faro, puedes desviarte en la rotonda anterior y aparcar en cualquiera de las calles residenciales, junto al paseo donde se encuentran los bancos. 


Faro de Artutx
Puesta de Sol








Hay que decir que ninguno de los tres días pudimos acceder ni a Punta Nati, ni a Cala Morell y su necrópolis, ya que la primera siempre tenía el acceso cortado prácticamente desde Ciudadela, y la segunda estaba lleno siempre de coches. Lo dejaremos para futuras ocasiones y en temporadas más asequibles.

Jornada 5

Por fin llegó el día programado para visitar alguna de las calas del sur, esas que parecen tan paradisiacas. Tras ver la ocupación de todas ellas, Cala Turqueta, Cala Talaier, Cala Macarella, Cala Galdana, Cala Mitjana, etc... decidimos ir a esta última y que nos ofrecía un parking relativamente cercano y las ventajas de Cala Galdana sobre todo para comer. Después de madrugar algo más de lo habitual, llegamos sobre las 9:30 horas al parking donde pudimos dejar el coche sin dificultad ya que estaría más o menos al 50 % de su ocupación aún. Desde allí sale la pista forestal que transcurre entre pinos, por lo que vas mayormente entre sombras, y tras 1,2 Km llegas a lo que parece el inicio de la cala, prácticamente aun en el mismo camino. Aquí ya había gente así que decidimos acomodarnos junto a unas rocas en un lateral. La cala estaba llena no, lo siguiente. no había espacio entre toalla y toalla, por lo que llegar al mar era ardua tarea. la primera hora se pudo pasar bien, pero luego empezaron a llegar barcos, y más gente por lo que las vistas dejaron de tener atractivo alguno y el agua se empezó a ensuciar. La conclusión que sacamos es que en estas fechas, es una tontería ir a estas calas a bañarse ya que lejos de disfrutar, la experiencia se convierte en todo un suplicio. Después de dos horas esquivando incluso avispas, decidimos salir huyendo de allí a un lugar mucho más tranquilo.

Como conclusión, y siempre en mi humilde opinión, no merece la pena ir a este tipo de calas en temporada alta, ya que no se disfrutan. 

Jornada 6


Otro de los Faros que merece la pena visitar es el Faro de Cavallería y su Cala. Una vez más, y aunque llegamos relativamente pronto, nos encontramos con una masificación de personas. A 4 Km del faro, en el parking de la Playa de Cavallería, se corta la carretera, pero te permiten al módico precio de 1,5 € por trayecto y persona, llevarte y traerte en bus hasta el siguiente parking, junto al faro. Por esta razón, cuanto antes se llegue, mejor, para poder ver toda la zona y elegir un buen sitio donde ver la puesta de sol.

El faro, inaugurado a mediados del siglo XIX, es el único en funcionamiento de los cuatro que diseñó Antonio López y Montalvo. Mide unos 5 m de altura y puede llegar a dar luz hasta más de 22 millas.

Faro de Cavallería


En la zona del faro, además de haber un bar-restaurante con terraza, podemos dar un paseo por la zona, donde bajando unas escaleras pasamos por delante de la antigua cantera romana, y llegamos a un pequeña cueva de unos 20 metros de longitud que termina en una oquedad desde donde se puede ver l'llla des Porros. Más adelante, hay algunos senderos que nos llevan hasta más antiguas construcciones e infinidad de zonas, eso sí, sobre piedra, para poder ver la puesta de sol.












Una vez producido el tan esperado ocaso y haber disfrutado de su colorido, toca volver al parking. Para ello tenemos que coger el bus de vuelta que únicamente hace dos bajadas, a dos horarios fijados, por lo que la fila de personas que se organiza es importante. Tal vez si fuese un servicio continuo facilitaría mucho más las cosas.

Se puede terminar el día cenando en alguno de los muchos restaurantes de Fornells, eso sí, previa reserva si no queremos quedarnos sin mesa, ya que es el pueblo por excelencia de los platos con langosta.  

Puesta de Sol desde Faro de Caballería


Jornada 7

Esta jornada la íbamos a dedicar a visitar tanto el Parc Natural de s'Albufera d'Es Grau y los Monumentos Talayóticos

Estos últimos están distribuidos por toda la isla (hay identificados en torno a los 1500), aunque, y pese a que era de los pocos que había que pagar entrada al ser una Fundación Privada, decidimos visitar el Poblat de Torralba d'en Salord, ya que es uno de los más importantes. 



Taula
Este poblado prehistórico datado entre el 1700 y el 1400 a.C. se encuentra muy cerquita de Alaior, y como decíamos, pese al coste, merece la pena ya que puedes visitarlo en su totalidad, viendo todas las construcciones que aun se conservan. Su principal monumento es la Taula y su recinto, formado por dos piedras, una vertical y otra horizontal sobre la primera, formando una T que llega a alcanzar unos 4 metros de altura.


Otro de los lugares que impresiona es la Sala Hipóstila, utilizada como almacén en su momento, que se encuentra semienterrada y se conforma de piedras en posición horizontal que descansan sobre otras en posición vertical formado una cavidad perfectamente estable. Impresiona acceder a su interior y ver su estructura permaneciendo a lo largo de los siglos intacta. 


También se puede acceder a los Hipogeos y las cuevas utilizadas como cámaras funerarias por lo que la visita con niños se hace algo más entretenida. 

Una vez finalizada la visita, es de obligado cumplimiento ver Alaior, un típico del interior, con casas y muros blancos que, junto con el contraste del verdor que le rodea, lo convierten en un atractivo para el visitante.




Por la tarde visita al Parc Natural de s'Albufera d'Es Grau y el Faro de Favaritx. Francamente es un paisaje que no tiene nada que ver con el resto de faros que hemos visitado. En primer lugar, dejas el coche en un parking a varios Km del faro, ya que como en el resto, no se permite llegar en coche hasta allí. Si lo haces con sol, no te vas a encontrar ninguna sombre y el paisaje es muy árido y con un color negruzco lo que le hace perder su belleza paisajística, pese a tener cierto encanto.


Jornada 8

Por fin llegó el último día antes de coger el vuelo de vuelta, pero no podíamos irnos sin antes ver Mahón y sus alrededores.


Puerto de Mahón



Portal de San Roque
Como hicimos en Ciudadela, contratamos un Free Tour y como nos fue bien con ellos lo volvimos hacer con Arkeo Tour, quien una vez más, no defraudó. El dilema lo encontramos en dónde aparcar. Dado que los parking gratuitos se encuentran más alejados y en esplanadas donde les está dando el sol todo el día, mi recomendación es un parking de pago. En la Plaza de s'Esplanada, que pese a ser algo caro por su ubicación, es de donde parten la mayor parte de los  tours, y donde llegas sin problema desde cualquier parte de la ciudad.

Ya después de comer fuimos a ver la Fortaleza de Isabel II o también llamada La Mola, aunque no llegamos a entrar debido al fuerte calor que hacía, las dimensiones del recinto y las pocas sombras que tenía. No obstante, hablamos de una fortaleza que nunca se llegó a utilizar, ya que cuando se finalizó se había quedado obsoleta.

Antes de irnos al Aeropuerto pasamos por Es Castell, pero fue una pena que el calor abrasador nos impidiese poder pasear por sus calles.

Al final, ocho días intensos en los que nos hemos dejado bastantes lugares que ver, algunos por falta de tiempo,  otros por la típica masificación del periodo estival, y otros por falta de indumentaria adecuada. Es el caso de varias calas, Punta Nati, algunos pueblos del sur como Binibeca Vell o Santo Tomás, Monte Toro, Cova des Coloms, más a fondo el Parque de la Albufera del Grau y algún tramo del famoso Camí de Cavalls

En cualquier caso, se cumple el principal objetivo que era en primer lugar, disfrutar de la playa y el agua cristalina de Menorca, y en segundo lugar conocer la cultura, la arquitectura, los monumentos y la historia de una Isla que pese a haber sufrido durante siglos los saqueos, las invasiones, la destrucción, las guerras y sus diferentes nacionalidades, ha sabido convertirse en un verdadero paraíso.

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